La sabana es un terreno de pasto bajo salpicado de arbustos y de algunos árboles aislados, que puede encontrarse entre los desiertos y la selva tropical. La sabana se caracteriza por la escasez de agua, lo que le impide desarrollar frondosos árboles ni formar bosques. Las sabanas también son conocidas como praderas tropicales, ya que se encuentran en unas grandes bandas a cada lado del ecuador. Poseen grandes rebaños de pastoreo y también dan cobijo a grandes migraciones de animales ungulados. Por lo general, los animales de la sabana tienen un hábito de alimentación especializado que les ayuda a reducir la competición por la comida, y aumenta por tanto, la expectación de vida.
Las sabanas poseen una temperatura cálida prácticamente durante todo el año. Aunque no lo parezca, existen dos estaciones muy diferentes; el invierno, o temporada larga y seca, y el verano, que se caracteriza por una gran concentración de humedad. La estación seca, como su nombre indica, es muy bajas precipitaciones. Apenas se alcanzan los 8 cm por cada metro cúbico de lluvia, y en los meses comprendidos entre diciembre y febrero, la lluvia no hace acto de presencia.
Durante el verano o estación húmeda la lluvia en cambio cae sin parar. En África las lluvias del monzón comienzan en mayo. Cada día, el aire caliente en contacto con la tierra sube y se eleva hacia la atmósfera donde se combina con el aire fresco y forma la lluvia.
Localización de las sabanas:
Existen varios tipos diferentes de sabanas por todo el mundo. Sobre todo, estamos muy familiarizados con las sabanas africanas orientales cubiertas con árboles de acacia. Siempre hemos visto las imágenes bucólicas de las jirafas intentando alcanzar las escasas hojas de los arbustos, con los guepardos corriendo detrás de las gacelas, los leones tumbados a la sombra…
Una de las llanuras del sabana africana más conocida es la llanura del Serengueti, en Tanzania. Muchos grandes mamíferos herbívoros se desplazan a través de estas llanuras donde pueden comer con abundancia, aunque por contra, también alberga un montón de carnívoros que también ejercen su derecho a alimentarse. Las gramíneas cubren vastas llanuras abiertas del sureste, mientras que en la zona central, el árbol más común es la acacia. El Serengueti se caracteriza sobre todo por una diversidad rica en animales, muchos de ellos únicos e inexistentes en ninguna otra parte del mundo, como la jirafa, la cebra, el elefante, el león o el ñu. Se estima que solamente en esta sabana existen más de 2 millones de ñus.
En América del Sur también encontramos sabanas. En Brasil, Colombia y Venezuela, las sabanas ocupan casi 3 millones de kilómetros cuadrados. Estamos hablando de una extensión del tamaño de un país como Argentina. Destaca el Cerrado de Brasil, o los llanos de la cuenca del Orinoco, en Venezuela y Colombia, que se inundan cada año, y las plantas han evolucionado y han adaptado su crecimiento al agua estancada. Algunos roedores y también animales más grandes como el ciervo, han tenido que adaptarse a una vida semi acuática.
También podemos encontrar sabanas en el norte de Australia. En estas llanuras, al contrario que en África, los árboles de eucaliptos sustituyen a las acacias, y los canguros a los leones. Por desgracia la fauna australiana tiene muy poca diversidad.
Los suelos de la sabana:
Los suelos de pastizales de las sabanas no son muy fértiles. Los únicos nutrientes del suelo se encuentran cerca de la superficie, ya que provienen exclusivamente de la descomposición de la materia orgánica de la temporada anterior. Las altas temperaturas ayudan a descomponer rápidamente esta materia orgánica procedente de hojas secas, frutos, e incluso excrementos animales.
El suelo de la sabana tamil se caracteriza por tener un color rojizo gracias a su alto contenido en hierro. La dureza del terreno impide que las plantas puedan clavar sus raíces con profundidad, por lo que se restringe el crecimiento de la vegetación ha pastos bajos.
Las plantas de la sabana:
Las plantas de las sabanas están muy especializadas para crecer y desarrollarse en ambientes que combinan largos periodos de sequía con abundantes lluvias. Por lo general, estas plantas poseen largas raíces que pueden alcanzar el nivel freático profundo. También se caracterizan por tener una corteza bastante gruesa, lo que les permite resistir los incendios, y también almacenar y conservar agua en su interior.
Los arbustos y pastos son muy variados, de distintos sabores, algunos amargos, otros espinosos, lo que permite a los herbívoros poder alimentarse sin que una especie pueda robar el alimento a las demás. Cada especie tiene sus propias plantas para alimentarse, y por tanto no compiten entre ellas.
Por suerte, la mayoría de hierbas y pastos crecen desde debajo de la tierra hacia el exterior, de modo que tras una avalancha de hambrientos herbívoros, siempre quedan intactos los orígenes del tallo, de modo que puedan volver a crecer. Además, muchas de estas plantas poseen unos órganos de almacenamiento de agua, como bulbos, que les permite superar las estaciones secas.
Los animales de la sabana:
La mayoría de los animales de la sabana tienen largas patas o alas para poder desplazarse miles de kilómetros por largas migraciones en busca de comida. La sabana es un lugar perfecto para las aves rapaces como el halcón o el buitre. La amplia llanura les proporciona una clara visión de sus presas, las corrientes ascendentes del aire caliente les permite mantenerse mucho más tiempo volando con el mínimo gasto energético.
La mayoría de los animales de la sabana no sudan a través de la piel para no perder humedad y no deshidratarse. Los cánidos y los felinos utilizan la boca y la lengua para perder el calor corporal, y otros animales como el elefante, utilizan la piel de las orejas para refrescar todo el cuerpo.
La sabana tiene una gran variedad de plantas y animales altamente especializados. Todos ellos dependen el uno del otro para mantener el ambiente en equilibrio. Hay más de 40 especies diferentes de mamíferos ungulados herbívoros , de las cuales, pueden coexistir en el mismo terreno hasta 16 especies diferentes sin que interfieran la dieta unas con otras. Cada especie tiene sus propias preferencias alimentarias, y las que se alimentan de los árboles lo hacen a diferentes alturas.
Pero si los herbívoros están especializados, los carnívoros no lo son menos. Todas estas diferentes especies unguladas, son el perfecto alimento para una amplia gama de carnívoros, como los leones, leopardos, guepardos, chacales y hienas. Al igual que con los herbívoros, cada carnívoros tiene sus preferencias, por lo que es posible que coexistan juntos sin competir por el alimento.
Este perfecto equilibrio entre herbívoros plantas y carnívoros tiene un enemigo común, el hombre. Cada año, miles de hectáreas se utilizan para pastos de ganado que acaban convirtiéndose en desierto. Poco a poco la sabana se empieza a mimetizar con el desierto del Sáhara por culpa de la agricultura y de la explotación del pastoreo.